Podían decir que se estaba cansando cada vez más, pero no podían darse por vencidos. Cuando oscureció, el rescate continuó. Finalmente, después de remolcar al elefante exhausto, la tripulación lo puso a salvo. Lo llevaron a un punto que estaba lo suficientemente cerca de la laguna y en aguas poco profundas para que Jumbo caminara el resto del camino.
Sabían que una vez que encontrara un lugar seguro, probablemente dormiría durante horas. Nunca antes se habían encontrado con un elefante en el agua, y estaba claro que esto no era algo común. El animal estaba angustiado y necesitaba dormir lo antes posible.