Una Azafata Ve a Su Marido en el Avión – Pero Se Da Cuenta de un Detalle Sorprendente

Lena no entendía lo que estaba pasando, pero decidió ir a por ello. Quería respuestas más que nada, y quizá ahora las obtendría. Así que respiró hondo y se tranquilizó antes de acercarse a él.

«Hola, Gabriel», empezó ella, pero luego tropezó: «Uh, señor, uhm, lo siento». Él la miró, y ella continuó hablando, desgranando sus palabras: «Siento lo del café. Es que me sorprendió mucho verte».

La miró con expresión confusa y Lena se dio cuenta de que no la reconocía.