En ese momento, tomó la decisión de volver a su trabajo y empezar de nuevo. Sin embargo, nunca se había imaginado que exactamente seis meses después de despedirse de su marido, ocurriría esto. Aún no se lo podía creer. Le traía recuerdos dolorosos de la pérdida de su querida media naranja, Gabriel.
«Hola, ¿no me oyes?» Cassandra agarró a Lena por los hombros y la sacudió, intentando traerla de vuelta al presente e interrumpir sus pensamientos.
Lena estaba confusa y miró el rostro serio de Cassandra. «¿Qué?», preguntó. «Quiere hablar contigo», repitió Cassandra con firmeza. «Eh… eh, ¿quién quiere hablar conmigo?». preguntó Lena, desconcertada. Y entonces, antes incluso de que señalara con el dedo, Lena ya lo sabía. Era él. Quería hablar…