Estaban en un torbellino de discusiones sobre la mejor manera de compartir la advertencia de Oliver. Pero antes de que pudieran decidirse, intervino el destino. El reportero al que Oliver había confiado la historia la compartió, pero no en su habitual tono irónico.
La historia aterrizó inesperadamente en un sitio web de preparación para el desastre. Liam supuso que allí no se le daría importancia, pero no podía estar más equivocado. Muchos en España empezaron a preguntarse si las visiones de Oliver podrían ser auténticas y si merecía la pena prepararse para ellas.