Un hombre acude al hospital para hacerse un chequeo y el médico mira su radiografía y le susurra: «Lo siento»

El mundo de Rohan se había puesto patas arriba y luego se había enderezado de nuevo. Salió de esta extraordinaria experiencia profundamente cambiado. Físicamente, estaba más sano y fuerte sin la carga que había llevado sin saberlo. Mentalmente, era un hombre nuevo: resistente, indulgente y sabio más allá de su edad. Se había enfrentado a una verdad inimaginable y había salido del otro lado, cambiado para siempre, pero no derrotado.

Los años de dudas y ridículo habían hecho que Rohan desconfiara de las relaciones personales. Su condición única siempre le había servido de barrera invisible. Sin embargo, su nueva seguridad en sí mismo le abrió las puertas del amor.

Conoció a Padma, una maestra de escuela de un pueblo cercano, que vio más allá de los titulares sensacionalistas al hombre extraordinario que había debajo. La sencillez y el amor que compartían por la tierra sentaron las bases de un vínculo que transformaría la vida de Rohan de un modo que nunca había imaginado.