El Dr. Kumar cayó en la cuenta como un rayo. No se trataba de un tumor, sino de un gemelo parásito malformado. El descubrimiento le produjo un extraño cóctel de emociones: asombro, perplejidad y una escalofriante sensación de horror a la vez. Esta entidad parasitaria había crecido dentro de Rohan desde su nacimiento, un hermano gemelo que nunca había visto la luz del día. Su forma era inquietantemente humana, dotada de pelo, piernas, uñas, una estructura esquelética e incluso una mandíbula armada de dientes. Para un ojo inexperto, incluso podría haber parecido que Rohan había dado a luz milagrosamente.
Las especulaciones iniciales de sus ayudantes se inclinaban hacia la posibilidad de un peculiar caso de síndrome del gemelo desvanecido. Este fenómeno consiste en que un gemelo absorbe al otro durante las primeras etapas del embarazo, lo que a veces hace que el gemelo superviviente lleve dos juegos de ADN. Sin embargo, estos casos rara vez dan lugar a que el gemelo absorbido siga creciendo dentro del hermano superviviente años después.
A medida que el equipo médico profundizaba en este enigma médico, llegó a la conclusión de que el caso de Rohan era un caso de una afección sumamente rara conocida como Fetus-in-fetu. Esta afección se caracteriza por la presencia de un gemelo dentro del cuerpo del otro. Históricamente, era una rareza de tal magnitud que sólo se había documentado un caso a finales del siglo XIX, en el que una madre creyó que había dado a luz prematuramente a su hijo, sólo para descubrir que se trataba de su gemelo no desarrollado. Darse cuenta de que estaban presenciando de primera mano esta extraordinaria condición médica fue tan asombroso como inquietante.