El fotógrafo supo de inmediato que algo andaba mal…
El corazón de Paul latía con incredulidad cuando se enfrentó a la escena inimaginable que se desarrollaba ante él. La vida silvestre que creía conocer tan íntimamente se vio repentinamente envuelta en un aura desconcertante y desconocida. A escasos centímetros de distancia, se encontró cautivado por la intensa mirada ámbar de una majestuosa leona. ¡¿Cómo podría ser esto real?!
Una oleada de incredulidad se apoderó de él. ¡¿Cómo se había perdido esto?! Su enfoque había sido completamente absorbido por un grupo de cebras que pastaban en la distancia, sus llamativas rayas tejían un patrón fascinante contra el paisaje. Tan absorto estaba que no se dio cuenta de que la leona se acercaba sigilosamente por detrás. Fue solo cuando ella estuvo cerca de él que su corazón dio un vuelco, y se volvió agudamente consciente de su presencia.
La suave presión de su pata sobre su hombro hizo que la atención de Paul cambiara abruptamente de las cebras a la leona. Una sensación escalofriante se deslizó por su columna, acompañada por la carga inesperada sobre su hombro. Contuvo la respiración, con el cuerpo tenso mientras se giraba con cautela para enfrentarse al inesperado intruso. Sus ojos se abrieron en estado de conmoción cuando se encontraron con la mirada de la formidable leona, su rostro alarmantemente cerca del suyo. En ese instante vertiginoso, Paul se dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal con la criatura que tenía delante. ¿Su mente le estaba jugando una mala pasada o ella realmente parecía estar angustiada? Cualquiera que fuese la verdad, Paul sabía que no podía darle la espalda a esto, incluso si quisiera…
En el corazón de la sabana africana, el sol se ocultaba en el horizonte, bañando el paisaje con una luz dorada surrealista. El fotógrafo de vida silvestre Paul Deen se agazapó escondido en la maleza, con la lente de su cámara apuntando a un grupo de cebras que pastaban pacíficamente en la distancia. La emoción de capturar la toma perfecta lo tenía nervioso, contuvo la respiración y el corazón le latía con fuerza. Aunque conocía lo impredecible que es la naturaleza, no estaba preparado para el asombroso evento que estaba a punto de desarrollarse.
Mientras la atención de Paul permanecía en las cebras, una creciente sensación de inquietud se apoderó de él. No podía ignorar la sensación de que estaba siendo observado, y sus instintos le dijeron que se mantuviera en alerta máxima. Sin embargo, la escena cautivadora de las cebras lo mantuvo hechizado, el cuadro encantador lo distrajo de darse cuenta de que el peligro estaba más cerca de lo que jamás podría haber imaginado.
El ambiente en el parque pareció cambiar, volviéndose tenso y pesado, como si el aire mismo estuviera cargado de anticipación. Paul se adentró más en la sabana con su cámara preparada para lo que pudiera venir.
Con un intenso enfoque, se quedó allí, observando el grupo de cebras pastando en la distancia. Pero entonces, algo cambió abruptamente. Las cebras se dispersaron, huyendo de la escena. ¿A dónde fueron? ¿Qué había pasado? ¿Había un peligro invisible acechando entre la maleza que no había notado?