El resto de la conversación
La idea de que él no fuera el verdadero padre de sus hijos había destrozado a Richard. Era un nudo de emociones. Su hijo le puso una mano en el hombro y dijo algo increíble. Lleno de fuerza y amor, tranquilizó a su padre: «Puede que no seas mi padre biológico, pero sigues siendo mi padre».
Los dos se dieron un gran abrazo, pero Richard todavía estaba devastado por la noticia.