De la emoción al miedo
Resultó que Ben estaba equivocado. Poco después, el niño comenzó a gritar que había atrapado algo. Pero una vez que se dio cuenta de lo que había atrapado su sobrino, su emoción rápidamente se convirtió en miedo. Estaba obsesionado con lo que salía del agua… algo para lo que no estaba preparado.