Llorando fuerte
«Lloré muchísimo. Me costó mucho bloquear mis identificaciones y tarjetas de crédito», recuerda. «Mi lápiz labial favorito también estaba en esa bolsa, y el color ya no se estaba haciendo». Pero había algo más en la bolsa que era mucho más importante que sus pertenencias. Su corazón se rompió cuando lo perdió.