Hambre
Margaret escuchó un gruñido. Cuando miró a su lado, vio al niño frotándose el estómago con la mano. Margaret le preguntó al niño si ya había desayunado, a lo que el niño indicó que había ido tras el conejo con el estómago vacío. El pobre niño estaba hambriento. Margaret decidió conducir hasta la cadena de comida rápida más cercana, donde pidió un menú para niños. El niño engulló con entusiasmo la comida rica en calorías. Después de haber comido hasta hartarse, caminaron juntos de regreso al autobús.
Durante su escala, Margaret decidió que no podía resolver este problema por su cuenta. ¿Tienes curiosidad por saber quién fue la ayuda que buscó? ¡Sigue leyendo!