El yerno perfecto
Esas primeras semanas en su relación fueron increíbles. Salían mucho y estaban prácticamente juntos las veinticuatro horas del día. Daniël había conocido a todos sus amigos y lo adoraban. Cuando fueron a la casa de sus padres, él incluso llevó algunas flores y una botella de vino. La madre de Emma cayó en sus garras de inmediato. Su padre era un hueso duro de roer, pero después de algunas bromas y buenas conversaciones, Daniël también logró ganarse su corazón.
Después, sus padres le dijeron a Emma que él era el yerno perfecto. Esa fue solo otra confirmación para Emma de lo genial que era. Si tan solo supieran sus verdaderas intenciones…