Asustada de contarlo
Daniël quiso contárselo a Emma muchas veces, pero se sentía culpable porque Emma se lo imaginaba como el chico perfecto y tenía miedo de que lo dejara si se enteraba. Sus amigos parecían tener sus vidas resueltas y desaprobarían su relación si se enteraban de su pasado. Por eso no quiso decírselo y fingió ser el hombre perfecto que nunca podría hacer nada malo.
Dejó de salir con sus amigos porque eran una mala influencia para él y se moría por empezar de nuevo y comenzar en un lugar nuevo. Cuando Emma se quedó embarazada, se sintió como un nuevo comienzo y él sintió que era necesario mudarse a un lugar nuevo. Aunque sus delitos menores ya habían quedado atrás hace mucho tiempo, no quería que le pasara nada a su bebé, por lo que eligió estar en un lugar seguro en lugar de lamentarse.