Los vecinos de Cassandra aceptaron más a su nuevo compañero y se maravillaron de la forma en que el camaleón cambiaba de color para combinar con los atuendos vibrantes de Cassandra. La vida en Bar Harbor volvió a la normalidad y los rumores sobre la mujer que se había acostado con una pitón comenzaron a desvanecerse en el fondo.
El viaje de Cassandra le había enseñado sobre los límites del amor y la importancia de reconocer los peligros que a veces lo acompañan. Al embarcarse en este nuevo capítulo con Cammie, se aferró a los recuerdos de Reggie, sabiendo que siempre serían parte de su historia.