Cassandra sabía que tenía que tomar una decisión difícil. Amaba mucho a Reggie, pero su propia seguridad era lo primero. Con gran pesar, se puso en contacto con el centro de rescate de mascotas exóticas e hizo arreglos para que encontraran un hogar nuevo y apropiado para él.
Se dio cuenta de que, a pesar de su vínculo, en última instancia, él era un animal salvaje con fuertes instintos, y que nunca era realmente seguro bajar la guardia a su alrededor. Por mucho que le doliera, sabía que tenía que tomar medidas para protegerse.