Mujer pensó que podía dormir segura con su mascota pitón todas las noches, hasta que el veterinario le mostró la sorprendente verdad

Reggie se deslizó hacia la cama, mirando al maniquí con cautela. Empezó a enroscarse alrededor de la figura sin vida, su cuerpo se tensaba con cada bucle. El corazón de Cassandra latió con fuerza en su pecho cuando se dio cuenta de que la advertencia del Dr. Hanson podría ser cierta.

Cuando Reggie apretó con más fuerza el maniquí, el inconfundible sonido del plástico al romperse resonó en la habitación. Cassandra ahogó un grito ahogado, sus ojos se llenaron de lágrimas. Sabía que no podía negarlo por más tiempo. Reggie, su amada pitón, se había estado preparando para consumirla todo el tiempo.