Hábito peculiar
El novio de Sarah tenía un hábito peculiar: le encantaba hacerse pasar por personas en la televisión. Hacía sus voces e imitaba sus movimientos. Coincidentemente, esto también era algo que Sarah recordaba con cariño que hacía su madre. Sabía con certeza que su madre habría adorado a su novio.
Sarah se puso muy triste porque su novio nunca conocería a su madre.