¡El trabajo está hecho!
Después de unos días pintando, el equipo de Mike terminó. El trabajo estaba hecho y toda la casa había adquirido el color de una casa de pan de jengibre. Los pintores fantaseaban con lo feliz que estaría Tamera con el cambio de imagen. Habían demostrado una vez más que eran los mejores pintores de la zona.
Mientras tanto, Tamera pasó su tiempo con su hija esperando con impaciencia. No podía esperar a ver cuál sería el resultado final. Ya estaba oscureciendo, así que Tiffany sugirió que condujeran a la casa de Tamera a la mañana siguiente para la gran revelación. Esta prometía ser una noche de insomnio…
Tamera no se dio cuenta de que Tiffany estaba planeando algo aún más grandioso…