El mendigo
Era una tarde normal en San Diego, California. Michelle estaba cargando sus compras. El estacionamiento de su supermercado local estaba lleno de coches, lo que limitaba la visibilidad. A Michelle no le gustó nada y comenzó a llenar el baúl de su coche cada vez más frenéticamente. Aun así, no fue lo suficientemente rápida para evitar la parte más molesta de su viaje de compras semanal: el mendigo.
Cuando Michelle se dio la vuelta y se preparó para usar su frase estándar, vio algo que la hizo callar…