Compañeros de aventuras
Asombrada, Michelle observó cómo la mendiga estaba sentada en el asiento del pasajero, sonriendo ampliamente. Junto a ella había un hombre, que se reía alegremente con ella. En sus manos tenía billetes de un dólar, que contaba cuidadosamente.
Luego, el semáforo se puso en verde y el Mercedes volvió a arrancar. No habían visto a Michelle, que ahora continuaba la persecución muy enfadada…