Furioso
John temblaba de rabia mientras marcaba el número de su esposa por cuarta vez. Ella no respondía. Él no sabía que su teléfono se había quedado sin batería, por supuesto, así que lo intentó por quinta vez. Con este intento tampoco tuvo éxito, John decidió llamar a otro número.
Su abogado respondió en el tono amistoso habitual. John le explicó la situación y concluyó su historia con una petición. “Quiero que organices los papeles del divorcio”, dijo. El abogado repitió asombrado las palabras de John. “¿Estás seguro acerca de esto?” le preguntó a Jhon. “Habla con ella primero, quién sabe, tal vez tenga una explicación”.
John respiró hondo por consejo de su abogado y decidió volver a llamar a Chloe.