Al veterinario
El veterinario le hizo un chequeo minucioso al gatito. Extrajo sangre del animal, miró en sus oídos, ojos y boca, e hizo varias otras pruebas. El animal resultó estar perfectamente sano, pero muy hambriento. El veterinario le acercó un bol con comida y el gatito no dudó ni un segundo.
Mientras el animal disfrutaba de su primera comida en 5 días, el veterinario escaneó su cuello. Lamentablemente, el gatito no tenía microchip, lo que confirmó la sospecha de que se trataba de un gato callejero. Miller decidió publicar la foto que le tomó al gatito en las redes sociales, pero desafortunadamente, no se encontró al dueño. Miller se enfrentó una difícil elección.
¿Qué haría él?