Hombre instala cámara después de que un perro mirara un lugar en la pared durante días

¡Te tengo!

George palpó el agujero con cuidado. Volvió a sentir escombros, aislamiento, trozos de cartón yeso y… ¿Qué fue eso? Sus dedos tocaron de repente algo suave y cálido. George retiró el brazo del agujero por reflejo y miró a Crosby con incredulidad. Comenzó a ladrar y menear la cola en voz alta como si animara a George a continuar hurgando.

La mano de George volvió a desaparecer por el agujero, pero esta vez se mostró cauteloso. Pasó los dedos por la parte inferior con cuidado hasta que sintió el objeto cálido y peludo de nuevo. Se sentía como una especie de animalito. Incluso sintió que el animal temblaba de miedo. No es de extrañar, si una gran mano te llega inesperadamente.

George agarró al animal y retiró la mano del agujero.