«Soy dulce»
Las siguientes líneas de la carta eran: «Tengo 7 años. No dejes que mi tamaño te asuste. Soy dulce». Su nombre, Mamas, estaba escrito debajo una vez más. Eric tuvo una sensación extraña en el estómago después de leer esas frases. Toda su vida había soñado con tener su propio perro y acababa de encontrar uno. No se lo esperaba.
Todo lo escrito en la carta parecía ser cierto. Mamas era dulce, pero parecía un gran pitbull por fuera. Mamas tenía algo diferente en ella que otros pitbulls. El perro tenía cierta calma y amabilidad, lo que hizo que Eric sintiera que tenía una conexión especial con ella. De todos modos, ¿qué se suponía que debía hacer ahora? No podía simplemente llevarse al perro, ¿verdad? Eric comenzó a entrar en pánico, pero luego tuvo una buena idea…