Un plan
Mientras Jessica miraba el cabello estropeado de la niña, sintió una profunda conexión con ella y supo que tenía que ayudarla en todo lo que pudiera. En lugar de pedirle a la niña que se sincerara sobre sus luchas, Jessica comenzó a hablar sobre su propia infancia difícil. Mientras la niña escuchaba, a Jessica se le ocurrió un plan para tratar el cabello de la niña. Jessica se dio cuenta de que, si aplicaba un tratamiento especial en las áreas afectadas, desenredaría el cabello sin causar molestias a la niña. Sabía que el tratamiento contenía químicos dañinos y no estaban destinados a aplicarse directamente en el cuero cabelludo, por lo que debía tener mucho cuidado.