Un problema
Jessica continuó donde lo había dejado con el cabello de la niña. Le preguntó con qué largo se sentía cómoda y qué estilos le gustaban. Aunque la niña a veces se mostraba reacia a hablar, Jessica descubrió que era una persona fascinante y encantadora con quien hablar. Pasaron horas juntas y Jessica disfrutó del trabajo. Sin embargo, mientras continuaba, notó un problema.