Oficina del abogado
Cuando Olivia fue a la oficina del abogado para reclamar su herencia, sintió que la invadía una ola de emoción. Se sintió abrumada al darse cuenta de que su abuelo había pasado sus últimas semanas planeando una lección para ella y, al principio, solo estaba enfocada en el dinero que recibiría. Pero mientras estaba sentada en la oficina del abogado, reflexionando sobre las últimas semanas, se dio cuenta de que las valiosas lecciones que su abuelo le había enseñado habían cambiado su vida para bien.
Olivia estaba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera notó a la persona parada frente a ella. Sin embargo, cuando esta persona se giró para mirarla, fue como si hubiera visto un fantasma. No podía creer lo que acababa de ver. Ella se puso pálida y saltó de su silla.