La herencia
Cuando Charles falleció, Olivia no sabía qué esperar. Había estado tan distante de su abuelo en los años previos a su muerte que no estaba segura de lo que le habría dejado. Olivia sabía que tenía que reunirse con el notario para hablar sobre la herencia. Ella comenzó a imaginarse signos de dólar y no podía esperar para saber qué recibiría. Pero cuando llegó a la notaría, Olivia se llevó una sorpresa.
No había dinero. En cambio, el notario le entregó una carta manuscrita de su abuelo Charles. Era una carta que cambiaría su vida. Cuando Olivia leyó la carta, se dio cuenta de que Charles había pasado sus últimas semanas planeando cuidadosamente una lección para ella.