La herencia aterradora
«Querida Nancy», decían las primeras palabras de la carta. «Si estás leyendo esto, significa que he muerto a causa de mi enfermedad. Sé que estarás triste y sé que esto será difícil, pero quiero que sepas que fue mi propia decisión. Quería irme en mis propios términos. Sabía que me estaba debilitando y no quería que esta enfermedad me cambiara. Así que me encargué yo mismo. No culpes a tu hermano, me cuidó mucho mientras estuve enfermo. Y nunca debería haberlo agobiado con el terrible secreto que había estado guardando. Pero alguien necesitaba saberlo antes de que yo me lo llevara a la tumba».
Nancy dejó de leer. No sabía si podría continuar. Se sentía culpable por Kevin, pero sobre todo se sentía asustada. Esto no era lo que ella esperaba. Ella quería que esto fuera un último adiós. No un oscuro secreto familiar.
La siguiente parte de la carta pondría patas arriba la vida de Nancy.