Algunos trabajadores dejaron caer el metal y huyeron. El veterinario tuvo que actuar con rapidez y sabía que la única posibilidad que tenía era sedar rápidamente a la serpiente. Pero sedar a la serpiente conllevaba riesgos.
Algunos trabajadores dejaron caer el metal y huyeron. El veterinario tuvo que actuar con rapidez y sabía que la única posibilidad que tenía era sedar rápidamente a la serpiente. Pero sedar a la serpiente conllevaba riesgos.