El valiente trabajador decidió que sería él quien se pondría en peligro, para asegurarse de que los demás estuvieran a salvo. Entonces otros dos valientes trabajadores decidieron que iban a tirar de la cola de la serpiente, para intentar estirarla. De esta manera, podrían determinar con precisión dónde se encontraba el bulto. Al final resultó que, la suerte estaba de su lado.