Las lombrices de tierra de Gippsland, como la mayoría de las lombrices de tierra, poseen órganos reproductores masculinos y femeninos, lo que las convierte en hermafroditas. El apareamiento es un desafío único para estas lombrices de tierra gigantes, ya que sus túneles subterráneos son bastante estrechos. Los científicos han observado que estas criaturas tienen la capacidad de estirarse y adelgazarse, lo que permite que dos gusanos quepan dentro del mismo túnel para reproducirse.
Después del apareamiento, las lombrices de tierra bebés de Gippsland tardan hasta un año en salir de sus huevos, y ya son bastante grandes cuando lo hacen, midiendo varias pulgadas de largo. Esto contrasta con la mayoría de las otras especies de lombrices de tierra, que nacen mucho más pequeñas y tardan más en alcanzar la madurez. El tamaño y la fuerza de estas lombrices bebés también indican que están bien equipadas para sobrevivir en la naturaleza desde el momento en que nacen.