La operación fue un gran éxito. La policía logró arrestar a diez cazadores furtivos en su escondite y también encontró una gran cantidad de productos animales ilegales. Sin el rastreador, no habrían podido pillarlos cometiendo estos hechos ilegales. Y todo empezó con un mono gordo a la vista…
Decidieron agradecer al guardabosques Paul.