¡Cucú!
La familia todavía se reía de la falta de conocimientos tecnológicos de Erik cuando de repente apareció la forma de una sudadera con capucha. Se había escondido en el asiento trasero del coche. La familia estaba demasiado distraída para darse cuenta de que él estaba allí. Segundos después, la figura en la parte trasera del coche dio a conocer su presencia.
Cuando lo hizo, los niños en el asiento trasero gritaron. No habían notado nada y se estremecieron hasta la médula cuando se dieron cuenta de que alguien se había estado escondiendo detrás de ellos. Estaban convencidos de que solo estaban ellos cinco en el coche. Esta sorpresa fue completamente inesperada, lo que provocó una verdadera conmoción.