Afirma que todos deben evacuar el país este mismo año, o probablemente no verían el siguiente…
En la penumbra de la habitación del hospital, Oliver abrió lentamente los ojos, sintiendo que se le quitaba un peso de encima al salir de un largo y profundo sueño. El mundo que le rodeaba le resultaba familiar y extrañamente distante, como un sueño que se desvanece bajo el sol de la mañana. Intentó encontrarle sentido a las máquinas que sonaban a su lado, al olor estéril de la habitación y a las caras de preocupación de unos familiares que apenas podía reconocer.
Se dio cuenta. Intentó hablar, pero le fallaba la voz y tenía la garganta seca y áspera. Una enfermera le ofreció agua y su frescor le tranquilizó. «Tómatelo con calma», le dijo suavemente un médico. «Ha estado inconsciente bastante tiempo».
Pero no había tiempo para frenar. ¿No lo entendían? Oliver sabía que tenía que advertirles antes de que fuera demasiado tarde. Haciendo acopio de todas sus fuerzas y con una voz que llevaba el peso de mundos invisibles, murmuró: «Para el año que viene». Hizo una pausa, tomándose un momento para recuperar el aliento. La urgencia en su tono era inconfundible. Luego, en una declaración que silenció a todos, declaró: «Todo el país debe evacuar».
La revelación de Oliver sobre lo que ocurriría en Los EEUU en 2024 podría considerarse fácilmente como las delirantes divagaciones de un hombre que sale de un coma de diez años. Al fin y al cabo, había estado ausente tanto tiempo después de aquel horrible día. Pero había algo en sus predicciones que hacía que la gente se tomara sus palabras muy, muy en serio…
Hacía exactamente diez años que Oliver había sufrido aquel terrible accidente. Una noche de tormenta, carreteras resbaladizas por la lluvia y un desafortunado giro del destino se habían combinado para alterar el curso de su vida para siempre. Todos habían llorado a aquel joven vibrante, lleno de sueños y aspiraciones, pensando que lo habían perdido para siempre. Pero contra todo pronóstico, Oliver despertó, y con su regreso llegó un mensaje tan inquietante que ni el más escéptico pudo ignorar;
Porque lo que él afirmaba que sería la caída de los EEUU ya había empezado a desarrollarse en todo el país. Las primeras señales de problemas ya estaban apareciendo. ¿Y lo más extraño? Oliver no debería haber sabido nada de esto, habiendo estado en coma todo el tiempo… ¿Y cómo lo supo?
Fuera cual fuera el aterrador futuro que había presenciado, la gente estaba convencida de que no quería formar parte de él. Muchos ciudadanos empezaron a intentar abandonar el país. Estaban desesperados por escapar del sombrío destino que Oliver describió…