Siempre encontraba un error
Los viejos se quejan y se quejan de cosas todo el tiempo, pero Buck era especialmente difícil. En el mismo segundo en que entró al restaurante, todos se prepararon para lo que estaba por venir. Por muy buena que fuera la comida, Buck siempre encontraba algo de qué quejarse.
Buck no tenía mucha paciencia y siempre se enfadaba cuando tenía que esperar. Era tan malo que a veces maldecía al personal. Incluso los miembros del personal más experimentados estaban hartos de su comportamiento en cierto momento. Pero para Salazar, Buck no era un problema, sino un desafío divertido. Ella siempre le servía con una sonrisa en su rostro.