Futuro asegurado
Buck conocía a Salazar mejor de lo que pensaba. Esperaba que ella no aceptara sus regalos de inmediato. Por esta razón, le exigió a su abogado que se asegurara de que los aceptaría. Tal como se esperaba, tuvo dificultades para aceptar un automóvil y la gran suma de dinero.
El abogado le aseguró a Salazar que Buck descansaría en paz sabiendo que ella había mejorado su vida. El inesperado acto de gratitud tomó a Salazar por sorpresa, pero ella no lo dio por sentado. Después de pensarlo detenidamente, decidió respetar los últimos deseos de su cliente habitual favorito.