Este viejo veterano tenía un corazón de hielo, pero luego le dio a la camarera un hermoso regalo

Surgieron preocupaciones

Después de siete años de servir a Buck, Salazar estaba acostumbrada a verlo todos los días. ¡Incluso estaba ansiosa por servirle! Sabía exactamente cuándo entraría y sabía que nunca llegaba tarde. Cuando no apareció un día, Salazar se preocupó.

Buck todavía camina bastante rápido, a pesar de su vejez. Después de todo, ¡ese estado de ánimo ardiente exigía mucha energía! Salazar comenzó a preocuparse y temer lo peor. Sin embargo, todavía tenía trabajo por hacer, por lo que trató de no pensar demasiado en ello.