Taco parecía tener algunos problemas de salud, pero afortunadamente no pasaba nada grave. El chihuahua sufría de asma y le faltaban algunos dientes, pero el veterinario dijo que eso no debería ser un problema. Aconsejó a la familia que viniera más tarde para un chequeo, pero que por lo demás no tuvieran miedo.
En el próximo chequeo, a la familia le esperaban noticias impactantes. En la página siguiente leerás lo que sucedió…