La mujer estaba completamente conmocionada
Cindy, de Canadá, decidió alimentar al vagabundo que vive cerca de su lugar de trabajo. Ella es una mujer amigable y vio que el hombre estaba pasando por momentos dificiles, algo que Cindy no podía soportar. Para ella fue un acto de bondad ordinario, pero para el vagabundo fue mucho más que eso.
Cuando Cindy se enteró de quién era esta persona, quedó en completo estado de conmoción. Nunca esperó que su acto ordinario de bondad tuviera tantas consecuencias.
La persona sin hogar
Cindy trabajaba como camarera en un restaurante y recorría la misma ruta para ir al trabajo todos los días. Durante un tiempo, siempre veía a una persona sin hogar sentada en el mismo lugar, cerca de su trabajo. Independientemente del clima, siempre se sentaba en el mismo lugar con una mirada solitaria.
Cindy pensó que el hombre siempre se veía muy solo. Aun así, al hombre no pareció importarle. Siempre estaba de buen humor y sonreía a todos los que pasaban. De hecho, nunca pidió ayuda ni dinero. Todo lo que quería era charlar. Cindy pensó que esto era admirable, pero también pensó que el hombre se estaba guardando sus verdaderos sentimientos.
Poco respeto
Cindy pensó que no siempre todos los que pasaban eran amables con él. A menudo había visto a la gente pasar junto a él sin siquiera mirarlo. A veces incluso se daba cuenta de que pasaba un día entero sin que una sola persona se detuviera a charlar con el hombre. De hecho, a veces incluso sucedía que la gente se reía del hombre. Cindy también había visto una vez a un grupo de chicos escupir en la taza del hombre. Algo que a Cindy le costaba ver y comprender.