Gato sigue abrazando a su amigo antes de ser puesto a dormir – ¡La razón detrás de esto te hará palidecer!

Finalmente, el Dr. Henderson le administró la inyección, con la mirada fija en la tarea. Vanessa no podía evitar la sensación de que estaba inusualmente distante, más que en cualquier otra ocasión en que ella le había llevado un animal. Se le hizo un nudo en el estómago.

Cuando Juniper dejó de forcejear, Vanessa le acarició suavemente el pelaje y le susurró palabras tranquilizadoras. La habitación quedó en silencio, salvo por el suave zumbido del equipo del veterinario. Vanessa sintió una profunda tristeza, como si hubiera perdido una parte de sí misma con Juniper.