Gato sigue abrazando a su amigo antes de ser puesto a dormir – ¡La razón detrás de esto te hará palidecer!

Al acercarse al patio trasero, la silueta de un pequeño cobertizo llamó la atención de Vanessa. La estructura estaba aislada, envuelta en la oscuridad, y un malestar inexplicable se apoderó de ella. «Voy a comprobar el cobertizo», susurró Vanessa, con voz temblorosa a pesar de su determinación.

Samantha se mantuvo cerca mientras se acercaban al cobertizo. Vanessa dudó un momento, con la mano sobre el picaporte, antes de empujar la puerta. El olor a humedad fue lo primero que percibió y entrecerró los ojos en la penumbra, esperando encontrar algo útil en el interior.