Gato sigue abrazando a su amigo antes de ser puesto a dormir – ¡La razón detrás de esto te hará palidecer!

Perdida en sus recuerdos, el tiempo se le fue de las manos hasta que unos golpes en la puerta la devolvieron a la realidad. Miró el reloj y se dio cuenta de que ya había pasado media hora. «Pasa», llamó, con voz temblorosa mientras intentaba serenarse.

Samantha entró en la habitación en silencio, con el rostro marcado por la preocupación al ver el estado en que se encontraba Vanessa. «Vanessa, lo siento mucho», susurró, rodeando a su amiga con los brazos en un abrazo reconfortante.