Rubén repitió su historia una vez más en el auto. Pero sus sentimientos de ira habían desaparecido en el segundo en que se subió al coche de Joyce. Cuando terminó de hablar, le preguntó a Joyce cuál era el plan. ¿Iba a llevarlos a un hotel? «Vienen a mi casa», dijo la mujer mayor con una gran sonrisa. «Y conduciré rápido porque tengo todo listo», agregó.
¿Qué había preparado? ¡Lo descubrirás en la página siguiente!