«Tenemos reglas estrictas aquí», dijo el trabajador de la aerolínea. «Nadie menor de siete días puede abordar nuestro vuelo». Un gran revés para Rubén. El joven padre pidió más explicaciones y preguntó si había alguna forma de hacer una excepción. «No», fue la respuesta que llevó a Ruben a sentarse en la sala de espera, molesto y enfadado. Para empeorar las cosas, no conocía a nadie en Phoenix. Extendió su mano para sacar su teléfono de su bolsillo cuando sintió una carta.
¿Qué estaba escrito en la carta? ¡Lo descubrirás en la página siguiente!