20. ¿Un éxito?
Los hombres temían que su red no pudiera sostener algo tan pesado. No vieron mejores opciones. No les importaba romper la red si se trataba de una cuestión de vida o muerte.
Comenzaron con el oso más pequeño. El animal estaba exhausto y no podía aguantar mucho más en el agua. Y con solo un poco de tiempo de sobra, tiraron la red al agua.