Las coles de Bruselas tienen mucho que ofrecer. Son bajas en calorías, ricas en nutrientes y lo bastante versátiles para utilizarse en una gran variedad de platos, desde ensaladas hasta sopas y asados. Pero a algunas personas, comer coles de Bruselas puede causarles un trastorno doloroso y desagradable: ardor de estómago. Si usted es una de esas personas, conoce de sobra la sensación de ardor que se extiende por el pecho tras unos cuantos bocados de esas pequeñas coles. Pero no se preocupe, hay un sencillo truco que le ayudará a disfrutar de las coles de Bruselas sin ardor de estómago.
El secreto para evitar el ardor de estómago provocado por las coles de Bruselas reside en un humilde ingrediente que probablemente ya tenga en su nevera: La leche. Así es, añadiendo leche a tu receta de coles de Bruselas, puedes neutralizar la acidez de la verdura que desencadena el ardor de estómago y hacer que sepan aún mejor. La leche aporta a las coles de Bruselas una textura cremosa que combina bien con su sabor terroso y ligeramente dulce. Para asar tus propias coles de Bruselas en leche, sólo necesitas una taza de leche, una pizca de azúcar y una pizca de nuez moscada.
Las coles de Bruselas no sólo serán más fáciles de digerir después de cocinarlas en leche, sino que también serán más nutritivas. La leche es una excelente fuente de calcio, esencial para construir y mantener unos huesos y dientes fuertes. De hecho, si añades leche a tu receta de coles de Bruselas, puedes aumentar el contenido de calcio hasta en un 60%. Además, el azúcar de la leche ayuda a equilibrar el amargor de las coles de Bruselas, mientras que la nuez moscada añade una nota cálida y aromática al plato. Así que, la próxima vez que tengas antojo de coles de Bruselas, no olvides darles un baño de leche. Sus papilas gustativas y su estómago se lo agradecerán.
Fuente: Oma Weet Raad, Is dit wel gezond | Imagen para ilustración