En su teléfono
Con gran alivio, comenzó a caminar hacia la mujer con sus hijos. Los últimos metros casi los hizo corriendo porque estaba tan feliz de haberla encontrado por fin. Cuando Ruth llegó donde estaba la mujer, sucedió algo extraño. La mujer no la miró y fingió estar ocupada con su teléfono. Tal vez ella no me ha visto todavía, pensó Ruth. Comenzó a hablar con ella y le agradeció por guardar su lugar en la fila. Entonces la mujer finalmente la miró con la mirada más fría. Dijo que sabía lo que quería decir y continuó mirando su teléfono.
Ruth estaba confundida y miró a la mujer que antes parecía tan amigable. «¿Qué quiere decir con que no sabe?», gritó aumentando un poco el tono de voz. Pero la mujer se mantuvo constante y siguió insistiendo en que no la conocía de nada. Ruth no podía creer lo que estaba pasando y trató unas cuantas veces más de convencer a la mujer de que la dejase volver a la fila, pero no funcionó. Entonces Ruth se dio por vencida y decidió buscar a su perro y regresar a la fila. Mientras ya estaba buscando a Happy, le pidió a la mujer que le devolviera a su perro. Pero lo que la mujer respondió fue algo que Ruth no le desearía ni a su peor enemigo.