Las personas de los ejemplos anteriores no fueron las únicas que regresaron con sus hamburguesas. De todas las personas que obtuvieron la hamburguesa aplastada, el 95 % regresó al mostrador para hablar con el gerente. Esto está en marcado contraste con el porcentaje de personas que dijeron algo sobre el comportamiento de intimidación.
¿Hubo personas que se atrevieron a decir algo sobre el comportamiento de intimidación? ¡Echa un vistazo rápido a la página siguiente!