El hombre no es el único que regresa al mostrador con su hamburguesa. Varios otros clientes en el restaurante también van. Uno es más amigable que el otro. Este hombre se pregunta asombrado por qué su hamburguesa está tan aplastada. Sospecha que algo cayó encima del Whopper antes de que lo sirvieran.
No todo el mundo reacciona con tanto autocontrol…